Carlos, parte de Mónica de la Llana, ha estado en una prisión temporal desde noviembre pasado, acusado de matarla y ocultar su cuerpo. Mossos d'Esquadra aún no ha desplegado el cuerpo y el individuo, de 53 años, se niega a colaborar … Pero, como ABC podría saber, una de las indicaciones recopiladas por los investigadores era esencial para el público en Barcelona. Cuando se hizo por primera vez, dijo que el día después de verlo la última vez que lo llamó sin recibir una respuesta. Si tuviera su propia terminal, ¿por qué intentar contactarlo de esta manera? Después de encontrar el tiempo móvil después, ¿por qué no lo transfirió a la policía?
Era el jueves 21 de julio de 2022, cuando el móvil Monica de 44 años dejó de emitir un letrero. Esta tarde, se le quedó con un amigo para comer. «Al final, no viene, me dirás por qué no puedes venir». No hubo respuesta. La última vez que alguien habló con ella fue el día anterior. «Mañana voy a ir por ropa, allí en casa», le escribe a un amigo, pero no aparece. No respondió y no parecía extraño, porque como su hermana explicaba a este periódico, a menudo. «Fue difícil seguir los pasos». Unos días después, su entorno comenzó a preocuparse y negó la desaparición contra los musgos. El sospechoso principal: su novio, Carlos. Aunque vivía juntos en la Mulberry en cantidad (Taragon), no advirtió a la familia o la policía. En su declaración a los investigadores el 21 de julio, lo dejó en la parada de autobús en una ciudad vecina, Montant Cord, dos de la tarde, por lo que se fue a trabajar.
El conductor negó que Mónica hubiera abordado el vehículo. Su teléfono móvil tampoco salió de la Mulberry, donde su última señal lo pone. Desde entonces, no se ha registrado ningún movimiento en sus cuentas bancarias. Así es como la policía catalana solicitó la intervención telefónica de los dos desapareció como su compañero. Y, retraso de tres meses, para sorpresa de los investigadores, la señal móvil emitida por la reedición: también para madurar el aumento. Posicionar puntos a Carlos, quien insertó otra tarjeta SIM en el teléfono de la mujer, sin saber que el código IMEI es el identificador terminal único. En este caso, los desaparecidos.
Mónica, como sus parientes confirmados, era una persona muy activa en las redes sociales y no se había separado de su teléfono móvil. Al menos esta es una desaparición voluntaria. Tampoco pierde contacto con su madre, su hijo y el resto de la familia. Por lo tanto, el análisis de los datos telefónicos permitió a los investigadores desmantelar la coartada de Carlos. Usó la prisión, entre otros, porque este periódico podía saber, diciendo que no podían conectarla con su muerte al no desplegar el cuerpo, pero el público de Barcelona examinó en una resolución obsoleta a fines de diciembre que los aranceles recolectados eran suficientes para mantenerlo entre los bares.
En ese momento, otros procedimientos aún estaban pendientes, como registros y registros de otras propiedades, para tratar de recopilar un nuevo testimonio. La familia de Mónica, que espera que se pruebe el caso, siempre espera encontrar su cuerpo.