La Audiencia Provincial de Madrid inicia este lunes el juicio que procesará a Jesús Pradales como presunto asesino de Juana Canal, la vecina de Ciudad Lineal desaparecida en 2003 y cuyo crimen fue esclarecido 19 años después, cuatro meses antes de que comenzara la causa .caso. no se puede escuchar. prescrito. La Fiscalía de Madrid y la fiscalía interviniente solicitaron una pena de 15 años de prisión por el delito de asesinato contra la pareja de la víctima.
En noviembre de 2023, el presidente del juzgado de instrucción número 21 de Madrid dictó auto para que este hombre de 59 años compareciera ante la justicia. Se señaló que “en la madrugada del 22 de febrero de 2003, Jesús Pradales se encontraba en la casa que compartía con Juana Canal Luque, su pareja sentimental con quien mantenía una relación de convivencia estable, en el departamento ubicado en la calle Boldano. , nº 2, escalera 2-4º izquierda, en Madrid, provocando una discusión con ella.
En esa casa del distrito de Ciudad Lineal, el acusado de asesinato “la golpeó fuertemente en el cuello, provocándola al caer y morir”. Cuando Pradales confirmó que su pareja había muerto, desmembró su cuerpo y lo trasladó a Navaredondilla, localidad de Ávila. Allí la enterró y sus restos óseos fueron descubiertos el 18 de abril de 2019 por la Policía Nacional. Sin embargo, este descubrimiento no fue comunicado a la familia hasta junio de 2022.
En su calificación, el fiscal pide 15 años de prisión por el delito de asesinato con el agravante de relación familiar. La familia de la víctima quiere la misma pena que el fiscal, pero añade la agravante de género.
La versión de los hechos dada por la defensa es completamente diferente a la de la fiscalía. Según su versión, el imputado y Juana Canal sostuvieron una discusión esa tarde en su departamento de vía Bolmano. La víctima “consumía alcohol y pastillas y padecía procesos depresivos”. Luego de esta discusión, “y ante la intención de Pradales de salir del domicilio, Juana comenzó a agredirlo y golpearlo con manos y puños con la intención de impedirle salir del domicilio, llegando incluso a quemarlo con un cigarrillo”.
“Golpe fatal coincidente”
Jesús Pradales, según su defensa, intentó defenderse. Durante esta situación, el imputado extendió su mano derecha para empujar y alejar a Juana Canal, “sin pretender causarle daño ni mucho menos la muerte, con el gesto indicado”, Juana perdió la estabilidad “por el impacto y su posible invalidez por consumo de alcohol. ' y pastillas, se golpeó fuerte la cabeza, cayó al suelo y murió instantáneamente tras el mencionado golpe mortal accidental.
Luego de percatarse de que la mujer había perdido la vida a causa de tan fortuito y lamentable hecho, y con el evidente temor de que lo acusaran de causarle la muerte de manera voluntaria e intencionada, dado que la policía ya se encontraba allí después de la conversación inicial, » Entonces escondió el cuerpo de Juana Canal en la ciudad de Navalacruz sin contarle a nadie lo que realmente pasó.