Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

Evitar el greenwashing: caminos hacia una comunicación honesta

https://diarioresponsable.com/images-webp/articulos/full/greenwashing-comunicacion-dr-copy.webp

Hoy en día, la sostenibilidad es un valor esencial tanto para compradores como para inversionistas. No obstante, ciertas compañías buscan aparentar ser ecológicas sin sustentar esto con acciones concretas, lo que se denomina «greenwashing» o lavado de imagen verde. Esta táctica no solo compromete la reputación empresarial, sino que también dificulta el progreso de una economía realmente sostenible.

La influencia del ecoblanqueo

El impacto del greenwashing

Leyes y normas para combatir el greenwashing

Para enfrentar el greenwashing, los gobiernos y organismos internacionales han establecido normativas más rigurosas. Un ejemplo es la Comisión Europea, que ha lanzado la Directiva sobre Declaraciones Ecológicas, la cual obliga a las empresas a justificar sus afirmaciones ambientales con pruebas verificables. Expresiones como «amigable con el medio ambiente» o «eco-friendly» ya no son aceptables sin un respaldo tangible que las avale.

Para combatir el greenwashing, entidades gubernamentales y organizaciones internacionales han implementado regulaciones más estrictas. Por ejemplo, la Comisión Europea ha introducido la Directiva sobre Alegaciones Ecológicas, que exige a las empresas respaldar sus declaraciones ambientales con pruebas verificables. Términos como «respetuoso con el medio ambiente» o «eco-friendly» ya no son suficientes sin evidencia concreta que los respalde

Para no incurrir en prácticas de ecoblanqueo y fomentar una comunicación verdaderamente sostenible, las empresas pueden implementar las siguientes tácticas:​

Para evitar caer en prácticas de greenwashing y promover una comunicación sostenible auténtica, las empresas pueden adoptar las siguientes estrategias:​

  1. Integrar la sostenibilidad en la estrategia empresarial: La responsabilidad ambiental debe estar profundamente arraigada en las operaciones, políticas y valores de la empresa.​
  2. Respaldar cada afirmación con hechos: Es esencial demostrar los compromisos ambientales mediante resultados concretos y verificables, evitando promesas vacías.​
  3. Evitar términos ambiguos o engañosos: Expresiones como «natural» o «biodegradable» deben ir acompañadas de información detallada sobre su impacto ambiental real.​
  4. No omitir información relevante: Presentar un producto como «carbono neutro» sin explicar el proceso de compensación de emisiones puede ser engañoso. La transparencia en estos procesos es fundamental.​
  5. Medir y verificar los avances: Establecer indicadores claros y reportar progresos de manera regular ayuda a evitar declaraciones infundadas y demuestra un compromiso real con la sostenibilidad.
  6. Adoptar estándares internacionales de reporte: Referenciarse en marcos reconocidos, como los Estándares GRI o los ESRS europeos, refuerza la credibilidad de las estrategias de sostenibilidad.​
  7. Cumplir con la normativa sin usarla como herramienta de marketing: Adaptarse a las regulaciones ambientales es una obligación ética y legal, no una táctica de marketing.
Por Otilia Adame Luevano

También te puede gustar

  • Factores del alcoholismo en adolescentes

  • Aspectos clave de una empresa B

  • Las empresas europeas y su enfoque en sostenibilidad

  • Nuevas prácticas para un futuro regenerativo del agua